Actualmente, en el sector de oficinas, la asignación de direcciones IP suele gestionarla un servidor DHCP. Este servidor gestiona un conjunto de direcciones disponibles y las asigna automáticamente a los dispositivos bajo petición. Esto también significa que los dispositivos de una red de oficinas no tienen una dirección IP fija, sino que reciben una nueva dirección cada vez que inician sesión en la red. Sin embargo, si estas direcciones se asignan a nivel de la máquina, hay que asegurarse de que cualquier dispositivo de sustitución tenga siempre la misma dirección IP. En este caso, el mecanismo DHCP no es la mejor elección.
Con POWERLINK, la dirección del dispositivo está vinculada al selector de nodo de la parte frontal del dispositivo. Este método garantiza que los dispositivos que se intercambian conservan las direcciones IP previamente seleccionadas, sin tener que introducirlas manualmente.
Puesto que el número de direcciones IP disponibles en todo el mundo es limitado, por lo general, es el departamento informático de la empresa el que se encarga de asignarlas. Un ingeniero de redes Ethernet probablemente necesitará varias direcciones IP para que los dispositivos y los módulos de la máquina sean accesibles por las capas superiores de la red. La producción en serie puede conducir a que las direcciones se utilicen de forma más rápida. Sin embargo, muchos departamentos informáticos subestiman los requisitos para este tipo de servicios.
POWERLINK asigna direcciones IP locales a nivel de máquina de acuerdo con la legislación internacional vigente, independientemente de si el equipo está conectado a la red de producción del proveedor o en las instalaciones del cliente final. Las mismas direcciones IP locales siempre se utilizan en la máquina. NAT (Network Address Translation) permite asignar direcciones globales a las direcciones locales internas de la red en la que está funcionando la máquina. Este método ya se ha consolidado en el entorno de Internet. POWERLINK establece una separación clara entre las direcciones del fabricante y las del usuario final, sin requerir un proceso de reconfiguración lento después de la entrega.