La transmisión de mensajes con CAN se basa en el "principio de productor-consumidor". Un mensaje transmitido por un nodo productor puede ser recibido por los demás nodos consumidores. Para ello, los mensajes no se marcan con una dirección de destino, sino con un "identificador de mensaje" sin ambigüedades. La transmisión de mensajes a todos los nodos de una red también se conoce como "broadcasting". En el protocolo CAN, los mensajes suelen tener un identificador de 11 bits de longitud (formato estándar). Esto significa que se pueden definir 2048 mensajes diferentes por sistema. Este número es más que suficiente en la mayoría de las aplicaciones. Sin embargo, para aplicaciones especiales (por ejemplo, vehículos de trabajo pesado) también es posible la utilización de identificadores de 29 bits (formato extendido) y, por lo tanto, la definición de hasta 512 millones de mensajes diferentes. Un nodo debe filtrar los mensajes que le son relevantes desde la secuencia de mensajes en el bus.

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