La ganadería Simmental, propiedad del agricultor y director general de Hetwin, Josef Hetzenauerf, disfruta claramente de una existencia cómoda y bien alimentada. El establo es grande, luminoso y ventilado, cubierto de forma regular y dispone de alimento fresco las veinticuatro horas del día. La transformación digital ha llegado a la granja lechera, trayendo consigo enormes ventajas. Las tareas en las que los agricultores solían invertir horas de trabajo manual, y a menudo peligrosas para su salud, ahora las realizan robots. Hetwin desarrolla soluciones integradas para la gestión innovadora de establos. Para implementar sus soluciones más innovadoras, el fabricante austriaco de tecnología de alimentación se basa en la experiencia y la tecnología de B&R.

Criado en la granja de sus padres, Josef Hetzenauer ya tenía clara cuál iba a ser su trayectoria profesional, pero, siguiendo el consejo de sus padres, primero completó un aprendizaje de ingeniería mecánica en el proveedor de energía tirolés TIWAG. «Hace veinte años, podías ganarte bien la vida con treinta vacas lecheras y vendiendo leña. Sin embargo, mis padres se dieron cuenta enseguida de que llegaría un momento en que el negocio debería ampliarse, complementarse con ingresos adicionales o bien abandonarse del todo», explica Hetzenauer.

Vistas estas tres opciones, él eligió la cuarta. Para él, seguir siendo rentable era, ante todo, una cuestión de facilitar el trabajo diario. También necesitaría encontrar una manera de aumentar el rendimiento de la leche con la ayuda de alimento concentrado fabricado a base de fuentes como son los cereales o la colza. En ese momento, sin embargo, era costumbre servir el alimento concentrado dos veces al día, lo que llevó a las vacas a desarrollar una enfermedad metabólica llamada acidosis.

El robot de alimentación completamente automático realiza cinco operaciones: pesaje, corte, mezcla, dosificación y transporte.

Para evitarlo, Hetzenauer desarrolló el primer robot de alimentación de alimento concentrado. Con la ayuda de un software especialmente diseñado a tal efecto, calculó los requisitos precisos de cada vaca para proporcionarle el concentrado de alimento correcto. Luego, el robot se paraba en cada vaca y le daba la ración adecuada, dependiendo de la cantidad de leche suministrada. De esta forma evitó fuertes fluctuaciones en el valor de pH del rumen de las vacas, lo que se reflejó en la buena salud general de los animales y también consiguió una mayor producción de leche.

Si bien el robot de alimentación se diseñó inicialmente y se usó solo para la granja de Hetzenauer, otros agricultores pronto comenzaron a expresar interés en obtener uno propio. Aunque era difícil evaluar la demanda real de los robots, Hetzenauer decidió arriesgarse con el negocio. En 2004, fundó la empresa de tecnología de piensos Hetwin, una combinación de su propio apellido y el de su entonces socio de negocios, Winkler.

«Al principio, lo hicimos prácticamente todo nosotros mismos: dábamos forma a la chapa metálica y lo producíamos todo en nuestro taller en la granja. Al cabo de un tiempo contratamos a nuestros primeros empleados. Hace ocho años, decidimos alquilar una fábrica en la localidad tirolesa de Langkampfen, y hace cinco años la compramos», recuerda Hetzenauer.

Astor, el robot móvil de la compañía, distribuye material en todos los puestos, así como forraje y ensilado.

La tecnología sustituye cada vez más al trabajo manual

Con el tiempo, los agricultores comenzaron a buscar ampliar el uso de los robots de alimentación a otras aplicaciones. Además de concentrar los alimentos, también querían automatizar el suministro de heno y ensilaje. Así nació la idea del robot de alimentación Aramis II, uno de los primeros de su tipo en Europa. Después de menos de nueve meses de desarrollo, el primer dispositivo había sido instalado en un establo. Además de otro fabricante austríaco, los principales competidores de Hetwin se encuentran en Francia, Holanda y Escandinavia.

Hetzenauer atribuye los puntos fuertes de Hetwin particularmente a su propia experiencia como agricultor. Antes de que entre en el mercado, cada máquina se prueba en su propio establo hasta que funciona sin problemas. «Cuando observamos los productos de la competencia, a menudo recordamos la ventaja que ello supone», señala Hetzenauer. «Los productos diseñados a nivel teórico en una mesa suelen presentar problemas cuando se encuentran con los problemas del mundo real».

El siguiente equipo en el mercado fue el cargador de ensilaje Stallboy, que empuja el alimento hacia el comedero donde las vacas puedan alcanzarlo. La ardua y repetitiva tarea de colocar toneladas de alimento en su lugar ahora se completa de forma totalmente automática. Cada dos horas, el Stallboy recorre lentamente la longitud del comedero, empujando el pienso dos centímetros más cerca de las vacas. Además de eliminar la extenuante tarea de empujar manualmente el alimento, tiene la ventaja de que otros animales no pueden salivar el alimento, por lo que cada vaca siempre recibe el alimento fresco. La versión premium, Stallboy feed, ofrece un accesorio opcional que puede utilizarse para servir alimentos suplementarios, como por ejemplo levadura, en pequeñas cantidades de aproximadamente 100 gramos por vaca por día. Esto no solo tiene el efecto de inducir a las vacas a comer más, sino que también aumenta el número de visitas al robot de ordeño.

Hetwin ha proporcionado Stallboys a 16 países de todo el mundo y es uno de los dos líderes del mercado en este campo. El 70% de los sistemas se aplican en establos ya existentes. Las granjas más pequeñas tienen unas quince vacas, mientras que las más grandes unos cuantos centenares. Con un equipo pueden alimentarse hasta 500 vacas, mientras que si el número de animales es mayor debe adquirirse un segundo sistema. «El Stallboy también se usa para ovejas y cabras», explica Hetzenauer, «porque si no suelen escoger rápidamente el concentrado y no tocan el heno o el forraje».

Tecnología B&R utilizada en robots de alimentación y esparcimiento

Hetwin ha estado trabajando con B&R durante más de cinco años. Los factores decisivos para la cooperación con B&R fueron la calidad probada de la tecnología «Made in Austria» de B&R y la rápida asistencia en las instalaciones.

La primera aplicación de la tecnología B&R fue el robot de alimentación Aramis II. El robot de alimentación, que puede llevar a cabo cinco operaciones (pesar, cortar, mezclar, dosificar y transportar) prácticamente no tiene rival en el mercado. El hardware de B&R utilizado para el Aramis II incluye un Power Panel C70 de 10", un controlador compacto X20 con E/S integradas y un variador de frecuencia. En la cocina del alimento, donde se mezcla y se dosifica con precisión, también se utiliza un control X20 con E/S integradas y un variador de frecuencia. Los dos controles X20 se comunican entre sí a través de WLAN. «La tecnología de pesaje integrada fue de particular importancia, puesto que cada animal debe recibir una cantidad exacta de alimento», afirma Bernhard Schmidthammer, del equipo de ventas de B&R en Austria.

En el segundo proyecto conjunto, tanto el robot de alimentación Athos como el robot esparcidor Astor estaban equipados con la tecnología B&R. El Athos, una variante más económica del Aramis II desarrollada para pequeñas y medianas empresas, utiliza un panel de pantalla táctil de 7", un control X20 con E/S integradas y un variador de frecuencia ACOPOSinverter de B&R. El Astor también incluye los mismos componentes de B&R. Tanto el Athos como el Astor utilizan el software Automation Studio de B&R y los mismos componentes de software. La gran ventaja fue reducir considerablemente el tiempo de desarrollo del Athos. «Para las empresas más pequeñas, como las típicas del Tirol del Sur, el Athos es la mejor opción», afirma Hetzenauer. «Vendemos unos 15 robots Athos al año solo en esa región».

De izquierda a derecha: Bernhard Schmidthammer (Ventas de B&R) y Josef Hetzenauer (Director General de Hetwin) delante del Aramis II: un robot de alimentación especialmente desarrollado para ganaderías de tamaño pequeño y mediano.

La última incorporación en otoño de 2018: Aranom

En otoño de 2018, Hetwin presentará su última innovación en la feria agrícola EuroTier que se celebrará en Hannover: el Aranom, una nueva evolución del robot de alimentación Aramis II. Una característica especial del equipo es que se mueve sin rieles. El Aranom tiene dos ejes, que funcionan sin electricidad mediante una batería recargable. La tecnología de batería utilizada es actualmente única en el mercado: funciona con alto voltaje, lo que permite a Hetwin utilizar los mismos motores usados para el Aramis II. Al igual que el Stallboy, el Aranom está construido sobre un chasis que se mueve de forma autónoma utilizando sensores de inducción magnética en el suelo como puntos de referencia.

El hecho de que el Aranom pueda utilizar todos los motores de 400 voltios del Aramis II supone una considerable ventaja económica, también porque pueden utilizarse los componentes ya existentes. «Este año, hemos configurado un sistema fotovoltaico en nuestro establo de desarrollo que proporciona la carga eléctrica de las baterías, que sirven simultáneamente como unidades de almacenamiento de energía. Esa será nuestra próxima innovación», añade Hetzenauer. El plan es ofrecer dos tamaños de batería diferentes. Una carga de batería puede tener una autonomía de funcionamiento de hasta 500 vacas.

Una mirada hacia el futuro

Se están planificando más proyectos para el futuro. Por ejemplo, se adaptará el Stallboy y se incorporará un control de B&R. «Sin embargo, todo ello son secretos comerciales», añade Hetzenauer riendo.

Josef Hetzenauer

Director General de Hetwin

«Los factores decisivos para la cooperación con B&R fueron la calidad probada de la tecnología ‘Made in Austria’ de B&R y la rápida asistencia en las instalaciones».

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